Calendario Maya
Talla en madera y policromada envejecida. Realizado por JR.
Extracto del artículo:
El Sagrado Cholq’ij también recibe el nombre de calendario ritual Tzolkin, nos brinda la comprensión de las energías y equilibra el conocimiento científico, inmerso en la más profunda espiritualidad, en su interrelación del Najt (espacio-tiempo) con los Nawales o Nahuales (20 energías).
La construcción del ciclo de 260 días del calendario Cholq’ij tiene como base el sistema vigesimal maya (13X20); “esta relación organiza una frecuencia del movimiento natural lunar de 13:20 que se determina en base a las gravitaciones, principalmente de la Luna–Tierra, las cualidades del ser en la madre Tierra de acuerdo a su día de engendración, día del nacimiento y su proyección o misión en la vida”
Este Sagrado Calendario es rigurosamente perfecto, su exactitud es la síntesis de siglos de observación y estudio por parte de los grandes astrónomos, astrólogos, matemáticos y sabios mayas. Su raíz lingüística proviene del maya clásico. Chol significa el manejo armónico, y Q’ij, sol o día, que en su vinculación, significa el manejo armónico de los días.
Terminado el período del obscurantismo, los Ancianos decidieron hacer público el Cholq’ij, con la esperanza de que cada uno oriente su vida, para encontrar su propósito y así acceder al Saq’b’e (camino blanco).
Los Aj Q’ijab’ (Guías espirituales mayas), también llamados los abuelos han dejado un legado extraordinario a toda la humanidad, ya que en éste calendario sintetiza la sabiduría ancestral, resultando un instrumento sumamente útil y trascendente, tanto para todo ser humano, como para todas las naciones.
Cualquier ser, situación, objeto, manifestación, entidad, energía de esta u otra dimensión con la que el ser humano interactué está contenida y contemplada dentro de este calendario, por lo que podrías decirse que este sistema de medición de tiempo dimensional-energético está ligado a los biorritmos humanos.
Como se ha mencionado este calendario consta de 260 días que se corresponden con los signos mayas. Esto surgen de multiplicar los 20 Nawales (energías) por las 13 fuerzas (energías numéricas que van del 1 al 13).
A los 20 Nawales se les anteponen las 13 fuerzas, obteniendo así la unidad calendária de 260 días (20 x 13 = 260), que se repite ininterrumpidamente. El número 13 corresponde a las 13 coyunturas principales del cuerpo humano. El número 20 corresponde a los 20 dedos que poseemos los seres humanos: 10 de las manos conectados al Padre Cielo y 10 de los pies, conectados a la Madre Tierra, resultando en la concordancia de las 10 corrientes energéticas cósmicas y las 10 corrientes energéticas telúricas, por ello los Nawales tienen una relación cósmico-telúrica.
Días del Cholq’ij: En maya k’iche’, los veinte días del Cholq’ij reciben los siguientes nombres: B’atz’, E, Aj, I’x, Tz’ikin, Ajmaq, No’j, Tijax, Kawoq, Ajpu, Imox, Iq’, Aq’ab’al, K’at, Kan, Kame, Kej, Q’anil, Toj, Tz’i’. Estos nombres corresponden a los 20 nahuales o signos de los días del calendario, y simbolizan ciertas particularidades que se asocian a las personas según el día de su nacimiento.
Entre otros beneficios que nos otorga este Calendario Sagrado, el saber a que Nawal pertenece el día que se nace, permite conocer el valor y el significado que tiene con el fin de realizar actividades con un propósito mayor y con más posibilidades de éxito.
La comprensión del Sagrado Cholq’ij y su vivencia ayudarán a atravesar barreras, amplificando tanto la percepción, como el planteamiento de nuestra realidad personal. Permite comprender el destino, la misión en la vida y la razón por la cual estamos aquí en este Najt.
La advertencia es; que se debe acceder a este Calendario Sagrado con honestidad y respeto a esta tradición milenaria y no utilizarla con fines impropios. Su uso implica una responsabilidad, ayudando a otros y orientarlos en este pasaje de la vida.
En las comunidades mayas, el nombre que se da a cada persona es según su signo natal. De esta forma, quien ha nacido un día Jun B´atz (1 B´atz) se llama igual, es decir, Jun B´atz. Si es mujer, se le antepone al signo el vocablo“I’x” que significa “mujer” y por tanto se llama I’x Jun B´atz.
El conocimiento del propio signo es un paso hacia la evolución de cada ser humano. Debe ser ser entendido como una orientación para el desarrollo de los cuatro cuerpos, que en la tradición maya son físico, mental, emocional, espiritual; para su interacción, equilibrada y armónica con el resto de los seres humano, la naturaleza, todo lo que la habita y los procesos cósmicos universales."
Fuente: Manticas
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