Después de retomar el contacto del lápiz con el papel, me lance a la aventura del retrato.
Las miradas, tienen que decir algo, y esta niña me cautivó. Transmite paz, compasión, amor...por ello, me recuerda al mantra Sat Nam.
Durante su realización, escuché mantras de diferentes artistas: Jai-Jagdeesh, Ajeet Kaur, Nirinjan Kaur, Snatam Kaur, ......, una superlista de canciones de Kundalini Yoga. Me ayudó a concentrarme en la niña y en lo que quería transmitir.
Como he explicado antes, la mirada transmite nuestra vida y nuestro interior, por ello, siempre comienzo por los ojos.
A partir de aquí, los mantras hicieron todoooo lo demás. Fueron apareciendo sombras cada vez más marcadas, nuevas zonas cubiertas de grafito, conformándose poco a poco el retrato.
Un placer volver a dibujar, y esta vez, con un toque místico con los mantras! De veras, fué una gozada.
Sat Nam!